“Un día cualquiera del verano el sol se instaló en el cenit y nunca más se movió. Durante un tiempo imposible de medir el sol abrasó este lado del mundo”. Así empieza mi obra Avatares…pero no es lo que parece. En realidad esta hipótesis da lugar a una obra disparatada pensada para “todo público” en la que una conferencista, Dolores, nos cuenta cómo después de este evento todo volvió a la normalidad excepto porque todos los seres vivos se achicaron, bueno…no todos pero eso es sorpresa. Las máquinas y demás objetos se volvieron inutilizables por su gigantismo y de algún modo la humanidad tuvo que replantearse algunos actos. Gala es la chica protagonista que vive su propia road-movie en el extenso trayecto desde la costa atlántica a Buenos Aires, en tiempos en que los autos no son utilizables.