EL RÉGIMEN DEL PIENSO

EUSEBIO CALONGE / DIRECCIÓN PACO DE LA ZARANDA

ARCHIVO

MARÍA GUERRERO


La Zaranda Teatro Inestable de Andalucía la Baja

Con:

Gaspar Campuzano, Francisco Sánchez, Luis Enrique Bustos, Javier Semprún

Música: Amadeo Vives, Pablo Luna, J.N. Hummel 
Imagen Cartel: Andrew Polushkin
Producción ejecutiva en Bs. As.: Alberto Lopez, Romina Chepe 

Produccion General en Bs. As.: Sebastián Blutrach

 

 

 

 

Dirección: Paco de la Zaranda





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La Zaranda, Teatro Inestable de Andalucía la Baja.

Pelear por la porción de pienso, hozar con los instintos en el fango, acostumbrarse al hedor, olvidados del día de San Martín, hasta que llega el golpe certero del matarife. Pero aquí la muerte se adelanta al sacrificio. Una epidemia hace que en las pocilgas, las hembras devoren a sus fetos y que los cerdos jóvenes asfixien a los más viejos o enfermos. Unas hipótesis apuntan al engorde rápido, al exceso de pienso; otras, al mal reparto de éste. Las teorías enfrentan pero no frenan el índice de mortandad en las pocilgas. Los trabajadores de la industria porcina se ven afectados. Con la bajada de ventas, comienzan los despidos de personal, y con estos la desesperación y la desconfianza entre los empleados. La lucha por el puesto, con el único horizonte de un horario rutinario y vacío, sin más esperanza que la de una muerte indolora, hace que las vidas del cerdo y el hombre se crucen, se confundan. Tal la anécdota de El régimen del pienso, que inevitablemente pone en espejo a la crisis de la sociedad contemporánea.

Bajo el título A la sombra del argumento, la Compañía explica en su dossier: “Estos destinos grises pudieran ser los nuestros. Como los de cualquiera fueron desterrados progresivamente del contacto con su propia interioridad. El desarrollo de la técnica los fue aislando por categorías de rendimiento. Identificando el valor de un ser con lo que es capaz de rendir. Hasta quedar reducidos a su mera función. Pensado el hombre como mero mecanismo en la producción, ajustándonos a los principios de una sana economía, cuando el rendimiento cae por debajo de los gastos de mantenimiento, se comienza a ser una carga inasumible, ya no vale la pena la “reparación” y es estrictamente lógico suprimirlo. De la servidumbre al envilecimiento, por los mecanismos que aseguran un sostén material apenas tolerable, fuera de la cual son incapaces de concebir la vida, y la propia muerte sustraída de su misterio se convierte en mera defunción estadística. Dentro de este estado ¿cuál es el sentido del arte? ¿Degradarse también a cumplir una mera función en esta maquinaria?”.

El régimen del pienso volverá a conectar al público de Buenos Aires con esta Compañía que lo cautiva cada vez con la excelencia de sus puestas. En el Teatro Cervantes su última presentación fue en agosto 2008 con Los que ríen los últimos y antes, en 1999, con Cuando la vida eterna se acabe. Ambas a sala llena en todas las funciones.

El régimen del pienso, estrenado el 3 de noviembre del año pasado en el Festival Temporada Alta Girona /Salt, llega a Buenos Aires precedido de los elogiosos comentarios de la crítica especializada.

Notas:

TELAM

Página 12

La Nación

 

 

 





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