LOS CONQUISTADORES DEL DESIERTO

DE ENRIQUE GARCÍA VELLOSO, TESTENA Y GONZÁLEZ CASTILLO / DIRIGIDA POR ENRIQUE DE ROSAS

EN EL TEATRO


Con:

Francisco Barletta, Ada Cornaro, Rodolfo Coronel, Eduardo Cuitiño, Camilo Da Passano, José de Angelis, Gustavo Doria, Nicolás Fregues, Niní Gambier, Mario Giusti, Raimundo González, Adolfo Linvell, Iris Marga, Liana Moabro, Alberto Morris, Osvaldo Mucci, Hugo Mujica, Carlos Perelli, Pascual Pellicciotta, Bernardo Perrone, Mario Pocovi, Blanca Podestá, José Quiroga, Samuel Sanda, Amanda Varela, Vilma Vidal, Héctor Yorio

Regisseur: Enrique Duca
Escenografía: Gregorio Lopez Naguil
Peluquería: Salerno y Garrido




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Texto programa de mano:

“Tres nombres de grata recordación por lo mucho que hicieron en favor del teatro argentino —Enrique García Belloso, Folco Testa y José Gonzalez Castillo — aparecen unidos suscribiendo esta obra en una colaboración que no es frecuente en la literatura dramática. Más aun; que señala una singularísima excepción, por la forma como se realizó el trabajo que dio vida escénica a “Los Conquistadores del Desierto” cuya oportuna reposición dispuso la COMISIÓN NACIONAL DE CULTURA, en mérito a la notoria jerarquía de sus autores y al noble espíritu patriótico que sustenta la obra, al tratar un tema eminentemente argentino.

Con anterioridad a “Los Conquistadores del Desierto”, dichos autores ensayaron una forma de colaboración independiente, logrando un notable éxito con “Dios”, obra de profundo contenido filosófico. Después de este suceso, resolvieron escribir otra obra de distinto carácter, siguiendo el mismo procedimiento. Al efecto, e impresionados por el cuadro de Blanes “Los Conquistadores del Desierto”, tomaron el título, escribiendo García Velloso el primer acto, sin adoptar previamente, asunto alguno. Enviados los originales a Folco Testena, que se hallaba en su patria, el escritor italiano realizó el segundo acto, remitiéndolo a su vez a González Castillo para que escribiera el tercero y último. La obra fue así terminada y, no obstante la original manera de hacerla, la carencia de un asunto central previo y los inconvenientes que cada autor debía vencer para completar el pensamiento de sus colaboradores y dar unidad de acción al tema, ha resultado una comedia interesantísima, de rara contextura orgánica, de acabado color local, de palpitante actualidad argentina y de fuerte sabor humano e ideológico, en la que se refleja, con la verdadera fisonomía étnica de nuestro pueblo, uno de los problemas más interesantes de nuestra vida política y social.”





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