Un actor de 48 años y una joven actriz se encuentran en escena para comenzar la función: el actor interpretará a “Otilia Buenaventura”; la joven actriz será “La Voz”. Así comienza la historia de un hijo que no conoció a su madre y que desde la representación teatral inicia la búsqueda por su identidad. Otilia Buenaventura: culta, alcohólica, hija de una familia de estancieros, secuestrada y torturada, sobreviviente de la última dictadura militar, obligada a parir a un hijo que nunca conoció, y que ahora la encarna desde el ritual del teatro. La historia tratará, irremediablemente, sobre la violencia política de un país y sus consecuencias en el cuerpo y la memoria. Tratará también sobre el hallazgo de ese texto: “Otilia Buenaventura”, escrito por ella misma años atrás, perdida en su jardín de invierno, soñando lo imposible desde el vendaval de los excesos; y tratando de responder, quizás, una pregunta necesaria: ¿puede el arte devolvernos algo parecido a la justicia que tantas veces nos fue negada? .