Con una obra del dramaturgo argentino-chileno-español Jorge Díaz abre la temporada 2003 la Sala Orestes Caviglia del Teatro Nacional Cervantes. Viaje a la penumbra con dirección de Carlos Ianni, y los actores Ernesto Claudio y Víctor Hugo Vieyra en los papeles de El Viajero y El Otro respectivamente, los dos personajes que juegan la acción de esta pieza que Jorge Díaz escribió en 1995.

Jorge Díaz nació y vivió en la ciudad de Rosario hasta los cuatro años de edad. Residió luego treinta años en Chile, donde se nacionalizó para ingresar a la facultad de Arquitectura. Al cumplir los 34, tomó también la nacionalidad de sus padres españoles y se instaló en Madrid hasta 1993, cuando regresó a Chile. Desde entonces, pasa temporadas en el país trasandino y en Madrid y Valladolid. El fructífero autor (La luminosa línea del tiempo, El velero en la botella, La mirada oscura, Nadie es profeta en su espejo, El cepillo de dientes, Fanfarria para marionetas, etc.) aborda en sus obras una temática política y social. Ha escrito grotescos, piezas surrealistas y otras de humor. Su preocupación es el hombre: “El teatro –expresaba hace un tiempo en una publicación chilena- es una reflexión poética sobre el hombre y, por lo tanto, estoy constantemente rozando lo social y lo político. Es el contexto, el escenario por donde me muevo. Lo fundamental es llegar a la condición humana”.

En Viaje a la penumbra el autor presenta un texto duro, con una gran carga de violencia. La historia transcurre en un paraje remoto, a bordo de un tren y la protagonizan dos hombres: el viajero y otro -desconocido para él- que se le acerca y comienza a hablarle. Se suceden situaciones insólitas y perversas que se extreman y alcanzan un alto grado de tensión cada vez que el tren atraviesa un túnel, y que paulatinamente van develando la personalidad de cada uno.