BALLET FOLKLÓRICO NACIONAL
Directora: Glenda Casaretto
Subdirector: Fernando Muñoz
Asistentes Coreográficos: Soledad Buss – Juan Paulo Horvath
Asistencia Artística: Eduardo Virasoro
Cuerpo de Baile
Carolina Barbatto, Sabrina Castaño, Barbara Contreras, Soledad Diz, Mara Doval, Romina Fabretti, Graciela Ferreyra, María Belén Italiano, María Celeste Italiano, Nerina López, Giuliana Mangione, Cándida Mazacotte, Ángeles Moar, Gabriela Ponce De León, María Celeste Ramírez, Marina Rea, Mariángeles Regiardo, Candelaria Torres, Constanza Torres, Agustina Vigil, Jimena Visetti Herrera, Leandro Bojko, Alexis Bogado, Rodrigo Colomba, Nicolás Diaz, Victor García, Brian Gimenez, Jonathan Lazarte, Maico Llanes, Alexis Ledesma, Ezequiel López, Hernán Nocioni, Sergio Pacheco, Cristian Paillamán, Alfredo Ribalta, Gonzalo Rivero, Matías Rodríguez, Lautaro Rondan, Federico Santucho, Darío Sosa, Cristian Vattimo, Adrián Verges, Juan Manuel Visetti.
Maestros
Técnica clásica: Mtra. Cecilia Figaredo
Entrenamiento físico: Cecilia Bazán – Lucas Flores
Maestro de danza contemporánea: Eduardo Virasoro
Equipo artístico – técnico
Programador artístico: Raúl Marego
Asistente de programación artística: Flavia Cervini
Jefe escenotécnico: Marco Pastorino
Técnico realizador maquinista teatral: Christian Olivera
Técnico especialista en realización audiovisual: Mariano Longo
Técnico especialista en escenario: Micaela Segovia
Técnico especialista en sonido y acústica teatral: Emiliano Tedeschi
Técnico especialista en luminotecnia teatral: Laura Melchior
Técnico asistente en vestuario teatral: Sonia Nuremberg, Bety Guillen y María Ontiveros
Técnico especialista en utilería teatral: Alejandro Gamarra
Técnico realizador de utilería teatral: Lucas Di Falco
Responsables administrativos
Claudia Lecce – Yamila Ledesma
Asistencia de dirección TNC Mónica Quevedo
Producción TNC Santiago Carranza
Gala 35° Aniversario del Ballet Folklórico Nacional
Acerca del Ballet Folklórico Nacional
El Ballet Folklórico Nacional debutó el 9 de julio de 1990, en el Teatro Colón de la Ciudad de Buenos Aires; bajo la dirección de Santiago Ayala y Norma Viola. Desde agosto de 2023, es conducido por un nuevo equipo directivo: Glenda Casaretto, directora, Fernando Muñoz, subdirector y sus asistentes coreográficos: Soledad Buss y Juan Paulo Horvath.
PROGRAMA
El sueño de la Pastora
Música de Ariel Ramírez – Gilberto Rojas – Anónima
Coreografía: Santiago Ayala y Norma Viola.
La acción se desarrolla en el noroeste argentino, en medio de ese paisaje mágico surge la historia de amor entre la pastora y el cardón.
Transfiguración del Gaucho
Versión adaptada: Glenda Casaretto, Fernando Muñoz, Soledad Buss, Juan Horvath, Eduardo Virasoro.
Coreografía original: Norma Viola, Santiago Ayala.
Música original: Mariano Mores.
Adaptación musical: Federico Siciliano, Juan Horvath.
Vestuario: María Ontiveros.
Agradecimiento: Gabriel Mores.
Una tesis por la cual se sostiene que el mitológico compadrito porteño es el descendiente directo del gaucho del sur y de cómo nace el tango en el lupanar y el “cuarto de las chinas”, a comienzos del siglo XX.
Esta nueva versión también incluye la obra: El llorón (Tango/Milonga) con coreografía de Sabrina Castaño y Federico Santucho y música de Hugo Díaz.
Homenaje al Ballet Folklórico Nacional
Zamba y Chacarera
Coreografía: Nydia Viola
Música:
– La tristecita de Ariel Ramírez
– La Telesita de Andrés Chazarreta
Juegos pampeanos y Malambo
Música de Oscar Cardozo Ocampo.
Coreografía Norma Viola y Santiago Ayala.
Allá por el año 1870 los paisanos se reunían en las llamadas “pulperías”, estas eran locales solitarios que se encontraban en la inmensidad de la pampa y a gran distancia unos de otros. Allí reinaba la alegría del encuentro y practicaban sus entretenimientos favoritos: Juego de Pato, Carrera de Cuadreras, Juego de Taba, Riña de Gallos, Visteada (práctica del manejo del cuchillo y la rapidez de la vista para la pelea). Y en los atardeceres nunca faltaba un romance entre el gaucho y una moza que se declaran su amor por medio de un “escondido”, danza de la época.
Luego venía el desafío entre unos y otros de la danza más viril, cuyo zapateo remeda el galope del caballo, El Malambo.