(…) Cuando los jugadores se hayan ido, cuando el tiempo los haya consumido, ciertamente no habrá cesado el rito. (…) J. L. Borges, Ajedrez (1960)

Para Mauricio Kagel el juego de ajedrez “surge del contrapunto de dos melodías infinitas, que suenan a la vez pero sin producir una polifonía”. Su concepción del teatro instrumental se constituye a partir de la selección y el uso del material supeditados al espacio de la representación.
Las dos obras que se presentan poseen todos sus elementos constitutivos -el sonido, el decorado, los gestos y los movimientos- organizados a través de una sintaxis estrictamente musical.Zwei Akte (Dos actos) de Kagel explora la relación hombre-mujer a través de dos instrumentos, reflejados en dos bailarines. Jaque de Agustina Crespo -encargo del TNA-TC- parte de que la función del gesto escénico no se agota en el resultado sonoro que lo acompaña, sino que será la música misma la que originará ese gesto capaz de crear un espectáculo.