Son tres hermanas, dos se van de vacaciones, regresa una.  La historia comienza con la desaparición de la hija favorita de una famosa empresaria, viuda del zar del azúcar de Tucumán. Las sospechas recaen sobre la hermana mayor. De la hermana perdida sólo se encuentra ropa sucia con sangre al pie de un acantilado en una playa europea. Por las noches, la madre tortura a preguntas a la que ha regresado, cada noche escucha una versión distinta de los hechos. Mientras, entre escena y escena,  se cuenta el mito de “El Familiar”, demonio de los ingenios azucareros que hace millonario a su poseedor, alimentándose de peones rebeldes. Cuanto más coma, más rico será el empresario. Como todo sucede en simultáneo, la millonaria no sólo sufre por su hija perdida, a la viuda le rastrillan el cañaveral, encontrando restos humanos. La hija favorita sigue sin aparecer, la madre le pide a la mayor que repare su falta. La otra  hermana, la tercera,  harta de la situación, decide escapar. Tras largas noches de preguntas la hermana mayor cuenta la mejor de las versiones, la única historia posible sobre la hija más bella.  La verdad es liberadora, pero también puede ser cruel.