JUAN DE DIOS, MILICO Y PAISANO

DE PEDRO PICO Y RODOLFO GONZÁLEZ PACHECO / DIRECCIÓN ORESTES CAVIGLIA

EN EL TEATRO


(1958) “La reposición de la farsa en 3 actos Juan de Dios, milico y paisano de Pedro E. Pico y Rodolfo González Pacheco (1881-1949), estrenada en 1935 en el Teatro París por una compañía con Iris Marga, Luisa Vehil, Arturo García Buhr, Francisco Petrone como protagonista y Orestes Caviglia como actor y director, ahora es nuevamente actuada y dirigida por Caviglia, con Carlos Carella en el rol protagónico. La escenografía y figurines son de Saulo Benavente, y se agregan numerosos actores, entre ellos Ernesto Bianco. (…)  El INET permanece inactivo hasta fines de 1958, cuando se designa director a Alfredo de la Guardia, quien permanece hasta 1966.
El total de espectadores del año es de 176.000, que incluye 62.000 entradas gratuitas para estudiantes, obreros, teatros vocacionales e invitados especiales. El total de funciones es de 259.”
Fuente: Seibel, Beatriz. (2010) “Historia del Teatro Nacional Cervantes (1921-2010).”  Bs.As. INT. pág. 78


Con:
Carlos Acebal, Violeta Antier, Ernesto Bianco, Orlando Bor, Miguel Narciso Bruse, Carlos Alberto Carella, Antonio Caruso, Orestes Caviglia, Omar Cervantes, Milagros de la Vega, Juan Alberto Dominguez, Marcelo Krass, Mario Giusti, Eduardo Gualdi, Alberto Longo, Claudio Lucero, Diego Marcote, Jorge Monteagudo, Claudio Montes, Angel Mundoy, Rubén Mulieri, Eduardo Muñoz, Alejandro Oster, Mario Petrolo, Francisco Sanchez, Fausto Silva

Fotos: Chaure
Apuntador: Angel Bueno
Escenografía y figurines: Saulo Benavente
Peluquería: Fornos
Utilería: Puig Hnos.

Dirección: Orestes Caviglia





fsdaf

Texto programa de mano:

“Nuestro próximo espectáculo será JUAN DE DIOS, milico y paisano, farsa en tres actos de Pedro E. Pico y Rodolfo González Pacheco, escritores auténticos y hombres de teatro, singularizado el primero por el ingenio de su prosa y el segundo por el acento lírico de su palabra, surcados ambos de ideas sociales generosas. JUAN DE DIOS, milico y paisano es por su valentía de expresión, su calidad intelectual y espiritual una fina y acerbo sátira política, verdadera joya en nuestro repertorio teatral. Todo en ella es simple, transparente y directo. Nos dejo una conclusión amarga e irritante: las revoluciones sin asiento ideal ni finalidad social, agravan los problemas que pretendían resolver y hunden en el caos y el desaliento a los pueblos. En ocasión de su estreno, allá por el año 1935, sus autores manifestaron: “Es una farsa con ribetes de sátira y breves instantes de tragedia. Su acción ocurre en un pueblo de campaña cuyo nombre acaso recuerde la historia, pero que nosotros preferimos omitir, en primer término por simple afán de simplicidad y en segundo porque el fenómeno inspirador de la obra permite ubicarlo en muy diversas latitudes: Chile, Ecuador, Perú, Venezuela, Colombia, Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay… el revulsivo revolucionario —empleamos una frase de Alfredo Coima— se ha manifestado en todo el continente con análogos efectos como simple contagio que ha sido y porque en substancia la inquietud diríamos, el desasosiego colectivo, la rebeldía misma, son trasuntos o reflejos del malestar económico que tampoco reconoce fronteras. Por eso y para evitar suspicacias, los autores, hombres sin partido, ajenos a toda bandería, entregamos el mapa de América, y que cada cual clave donde se le ocurra el alfiler de sus preferencias”.

Vamos a hacerla presente de nuevo, y su reposición, ampliamente justificada por su valor de teatro vivo, de actualidad, por su pensamiento y jerarquía, no tiene simple intención de homenaje, sino que obedece a un fin ilustrativo, ejemplificador para nuevos: autores, actores y público.

Como entonces en su estreno, reduciremos a lo mínima el atuendo escénico, confiando en la imaginación del público rica de toda riqueza. Esto es un palacio… esta es una calle… esto la orilla de un río. No necesitaron otras acotaciones los clásicos. Desde nuestra pequeñez nosotros haremos lo mismo y “esto” será en JUAN DE DIOS, milico y paisano, una simple cortina y algunos elementos practicables.”





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